martes, 19 de junio de 2012

Estudio de la UMSA revela que paceños respiran cantidad crítica de carbono

Los habitantes de La Paz respiran gran cantidad de carbono por la falta crónica de oxígeno en el aire, situación agravada por el incremento del parque automotor a diesel y gasolina, así como la falta de áreas verdes, según revela un estudio efectuado por la carrera de Biología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Investigaciones corroboradas por la Fundación Nayra Marka, indican que en horas pico las sustancias nocivas alcanzan niveles tóxicos en calles céntricas de la ciudad de La Paz, causando malestares físicos como dolores de cabeza, mareos, nauseas y migrañas.

Los sectores analizados fueron: avenidas 6 de Agosto y Arce, El Prado, Mercado y Potosí, donde se registraron lecturas muy altas de contaminantes, especialmente de monóxido de carbono (CO)

El efecto dañino potencial principal de este contaminante se debe a su afinidad para combinarse con la hemoglobina y como consecuencia disminuye la cantidad de oxígeno a los tejidos. Los tejidos más sensibles a los efectos tóxicos del CO son aquellos con unas mayores necesidades metabólicas, como los del sistema nervioso central, sobre todo el cerebro, y los del corazón.

En situación de reposo, la carboxihemoglobina es de 1%, aunque en fumadores puede llegar al 6% e incluso más. Se considera dosis tóxica a partir de 50 ppm en el ambiente. Se consideran peligrosas para la salud emisiones de más 50 ppm. Más de 3000 ppm produce la muerte en un adulto en una hora.

El grado de toxicidad del CO depende de la concentración y del tiempo de exposición del individuo y los daños pueden ser desde ligeros malestares hasta la muerte. Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono en orden creciente (de intoxicaciones leves a severas) son cefaleas (dolor de cabeza), mareos y vértigo, sensación de falta de aire, debilidad muscular, confusión y dificultad en la concentración, alteraciones de la visión, dolor torácico o abdominal, pérdida de conciencia, temblores musculares incontrolables, coma y muerte.

Las secuelas en los intoxicados son: desorientación, alteración de la personalidad, alteración de la visión, incapacidad de aprendizaje (agnosia), incapacidad para realizar ciertos movimientos (apraxia), muerte de neuronas, parkinsonismo y otros.

La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 9 m2 de área verde por persona, en tanto que la ciudad de La Paz tiene aproximadamente 3 m2 de área verde por habitante, según datos proporcionados por el Gobierno Municipal.

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