Con el propósito de continuar con su calendario académico y velar por la salud de sus estudiantes y profesores, ante la amenaza de la pandemia del covid-19, la Universidad Privada Boliviana (UPB) recurrió a la tecnología y habilitó 180 aulas virtuales para impartir clases en línea, en todas sus carreras de pregrado y postgrado.
El vicerrector académico de la Universidad en Cochabamba, Alberto Sanjinés, explicó que para evitar la presencia física de sus alumnos y catedráticos en sus establecimientos, durante los días que dure el estado de emergencia establecido por el Gobierno, se creó un campus virtual, simulando la gestión de todas sus aulas reales, tanto de Cochabamba como de La Paz y Santa Cruz.
Hoy cada una de las clases de las 19 carreras de la UPB se desarrolla con regularidad de forma online, cumpliéndose todos los horarios y periodos establecidos a principios de año en el programa presencial, y con una asistencia virtual de estudiantes muy buena, dijo entusiasmada la autoridad académica.
En cada aula virtual participan entre 5 y 35 alumnos, todos individualmente desde sus casas a través de un dispositivo electrónico conectado a internet, teniendo la posibilidad de interactuar con sus profesores o compañeros, de forma verbal o a través de un chat.
Sanjinés recordó que en pregrado, en línea se dictan 212 materias al día en Cochabamba, 178 en La Paz y 9 en Santa Cruz, donde la UPB este año inició sus actividades académicas en grado de licenciatura con la inauguración de un nuevo campus en esa ciudad. En los tres departamentos, cerca de 3.500 estudiantes están pasando clases virtuales desde que empezó la cuarentena y continuó con el estado de emergencia.
“Las principales plataformas tecnológicas que estamos utilizando para las clases son Zoom, Google Classroom, UPB Virtual y Surveys UPB, entre otras”, indicó Sanjinés a tiempo de señalar que están siguiendo la experiencia y las guías de la universidad de Harvard, y que sus docentes fueron debidamente capacitados para el manejo estudiantil online.
Experiencia
Tras equiparse tecnológicamente, organizarse y capacitar a sus profesores, ya hace dos años la UPB empezó sus prácticas con cursos virtuales a distancia, pasando su prueba más importante durante los conflictos político sociales que vivió el país en octubre y noviembre del 2019, donde esta casa de estudios superiores tuvo que profundizar sus clases online, experiencia que hoy le está permitiendo asumir la actual coyuntura de mejor forma, destacó la autoridad académica.
Con Zoom, tanto estudiantes como profesores pueden ingresar al aula virtual que le asignan y en el horario que les corresponde. Los docentes tienen la posibilidad de administrar este espacio educativo, sostuvo.
Sanjinés explicó que los docentes tienen el control de admitir o rechazar el ingreso de los estudiantes a la clase virtual, de forma de evitar la injerencia de personas ajenas a la Universidad, o por error; también cuentan con los recursos técnicos para manejar el sonido, lo cual les permite reducir los posibles ruidos externos del ambiente.
Asimismo, los profesores manejan la información compartida en la pantalla y en algunos casos cuentan con una tableta adicional, conectada al aula digital, que les sirve como una pizarra virtual, donde pueden dibujar y escribir sus fórmulas, entre otros, subrayó
En esta plataforma los educadores tienen también la posibilidad de realizar encuestas rápidas a los estudiantes y evaluar su nivel de entendimiento y asimilación de lo enseñado, a través de un sistema desarrollado en la Universidad, denominado Survey UPB, el mismo que permite mantener la calidad académica, añadió.
Aprovechando este entorno digital, y empleando las herramientas de Zoom o Google Suite, el profesor puede reunirse con sus estudiantes, fuera de las horas de clase, para coordinar diferentes actividades, a través de una video llamada o sólo utilizando audio.
Por otro lado la Universidad tiene a su disposición la plataforma “UPB Virtual”, mediante la cual los profesores organizan su materia, calendarizan las actividades académicas con los alumnos y suben sus materiales; en cambio los estudiantes la utilizan para entregar de forma digital y en línea sus tareas y trabajos, los mismos que pasan por el programa Turnitin, que detecta posibles plagios y refleja la honestidad de los estudiantes.
Sin embargo, en las clases virtuales también surgen desafíos que requieren mucho pensamiento, explicó Sanjinés. “Una de las principales dificultades que estamos atravesando en la UPB es la aplicación de los exámenes, que no siempre se pueden aplicar en las formas tradicionales, razón por la que se recomendó a los profesores priorizar, en los cursos en línea, el desarrollo y defensa de proyectos y exámenes orales, o postergar algunas pruebas para cuando se ingrese a la normalidad”, agregó.