martes, 9 de agosto de 2011

Claves para perder el miedo escénico

Hay muchos libros que hablan sobre cómo ser un orador efectivo, pero pocos se comparan con As We Speak: How to Make Your Point and Have It Stick para hablar con toda franqueza sobre el frecuente problema del pánico escénico. Los coautores Peter Meyers y Shann Nix dicen que el libro no es solo sobre aprender a relajarte. Y, citando al comediante Jerry Lewis, dicen que "si no estás nervioso, eres un mentiroso o un loco, pero no eres un profesional".


Notando que los atletas olímpicos, las estrellas de Broadway y otros artistas están todo menos relajados antes del momento de entrar en acción, Meyers y Nix dicen que "nunca vas a estar relajado en situaciones de mucha importancia, ni deberías estarlo". Vaya, vaya... eso ya nos quitó algo de presión, ¿o no?


Si usted es de esos que se muestra visiblemente aterrado por tener que dirigirse a un público, estos son algunos consejos para aprender a ocultar los síntomas:

MANOS Y PIERNAS TEMBLOROSAS. Controla tus manos sosteniendo una pluma, un libro, un cuaderno... evita los apuntadores láser (ese puntito rojo bailando por la pared te delatará) y aunque está bien hablar apoyándote en notas, no uses hojas de papel sueltas, porque "temblarán como gelatina".


"Usa pantalones flojos... ¡en verdad!", escriben los autores. Los pantalones ajustados o una falda mostrarán el temblor. Y también se notará si te quedas parado en un mismo lugar: moverte hará que tu circulación se active y con eso te desharás de los nervios.

¿Y SI SUDAS? No te quites el saco y ten un pañuelo de algodón a la mano. "Nadie quiere verte esperar a que esa gota de sudor finalmente caiga por tu frente", dicen los autores, así que sécate la cara.

LA BOCA Y EL TIMBRE DE VOZ. Si sientes tu boca reseca. Asegúrate de tener un vaso de agua a tu alcance, y "no pienses muchas veces en tomarte una pausa para dar un sorbo cada vez que lo necesites". Es natural contener la respiración o respirar de forma plana como una respuesta al miedo, pero eso hará que tu voz suene cansada. Respirar profundo arreglará eso creando un volumen fijo de flujo de aire en tus cuerdas vocales, y también ayudará a calmar tus nervios.

¿Y SI TE PONES COMO UN TOMATE? Al notar que hay personas que consistentemente se ponen rojas cuando están en el escenario, los autores recomiendan que no hay por qué preocuparse por eso. Aunque sientas que estás brillando como la nariz de Rodolfo el reno, "respira y sigue con lo tuyo. Si tú no sufres por eso, el público tampoco lo hará".

ANTICÍPESE

Es clave conocer el lugar y cuál será el auditorio al que uno se dirigirá.

CNN Expansión

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