lunes, 17 de junio de 2013

El Alto alfabetiza invidentes y pretende llegar al 80% de ellos



La Alcaldía alfabetiza a invidentes de esta ciudad en el sistema braille y pretende llegar a unas 1.000 personas con esa discapacidad con lo que la cobertura será del 80%. El proyecto que se ejecutará en este año se aplicará en los 14 distritos.

En esta semana, la Alcaldía cerró el tercer taller de enseñanza de lectoescritura en braille, que contó con la participación de instructores del Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC). En estos cursos fueron capacitados no sólo invidentes, sino también educadores o personas que trabajan con ese tipo de ciudadanos.

Además, habilitó la impresora en braille, que desde hace dos años estaba inutilizada en los depósitos de la comuna. La idea es enseñar a utilizarla y, posteriormente, producir libros de apoyo a este sector.

El tercer paso para apoyar a los invidentes es un proyecto, que está siendo elaborado y que será aplicado entre julio y agosto, de alfabetización masiva, que pretende llegar al 80% de los ciegos y a los 14 distritos de esta ciudad, informó la directora de Asuntos Generacionales del municipio alteño, Gaby Flores.

En El Alto viven unas 6.500 personas con algún tipo de discapacidad, de las cuales el 20% son ciegas lo que equivale a unas 1.300. Flores acotó que del total de ciudadanos que no ve, un gran porcentaje perdió la visión en accidentes de tránsito.

Talleres.“Si bien el proyecto está aún afinándose, si se quiere, estamos llevando a cabo talleres que están demostrando el objetivo que pretendemos alcanzar y su impacto social”, resaltó Flores.

El plan señala que los no videntes serán alfabetizados en los 14 distritos, preferentemente en los Centros de Recursos Pedagógicos (CRP), aunque los vecinos también podrán sugerir los ambientes más propicios y que estén disponibles.

Los cursos serán gratuitos y no sólo podrán participar personas con esa discapacidad, sino también aquellos que tienen visión. “Entre ellos están los encargados de las 24 bibliotecas ediles de la ciudad porque el objetivo es distribuir los textos escritos en braille en estos lugares y ellos deberán orientar”.

Todos aprenderán el sistema braille, que contempla una regleta con altos relieves, cada uno de los cuales tiene un valor equivalente a una letra del abecedario convencional. Los estudiantes deben pasar la yema de sus dedos para captar los símbolos.

Flores explicó que a los cursos de capacitación podrán asistir los vecinos de los barrios que así lo deseen, ya que es necesario entender lo que estas personas escriben porque podría ser la única manera de comunicarse con ellos.

“Muchas personas antes de perder la vista aprendieron a leer y escribir con nuestro alfabeto, pero al quedar en discapacidad visual no lo hicieron con el método o sistema braille y desconocen sobre ordenanzas, normas y leyes que los protegen como grupo”, manifestó.

El director de Planificación Educativa y Tiflología del IBC, Yobani Patsi, recomendó ayudar a las personas ciegas a conseguir lo que ellos desean. “No se debe hacer lo que ellos pueden solos, sino se trata de orientarlos” para que se desenvuelvan.

Al evaluar los primeros talleres para personas con discapacidad, Flores agregó que “se ha tenido muy buena aceptación y nos han pedido que se lleven adelante otros talleres en el lenguaje de señas para personas sordomudas. Estamos elaborando los cronogramas”.

Anexo al programa de alfabetización se encuentra el plan de redactar e imprimir textos en sistema braille con la impresora que fue donada por una Organización No gubernamental (ONG). Pero para poner en funcionamiento este equipo, dijo, es necesario capacitar a las personas en lectura y escritura con el sistema braille y en el manejo de la máquina.

La impresora estuvo inutilizada por 2 años

El municipio de El Alto cuenta con una impresora en sistema braille, Dayler pro 60, tecnologies, con la que se podrán producir libros para invidentes. Pero este equipo estuvo archivado por dos años en el Centro de Recursos Pedagógicos (CRP) Simón Rodríguez, donde la semana pasada se inauguró el Centro de Formación Especial Julián Apaza.

Frente a la necesidad de apoyar a los invidentes, la directora de Asuntos Generacionales, Gaby Flores, decidió desempolvarla y capacitar a las personas invidentes para que puedan usarla. Inicialmente se contrató a un profesional vidente, pagado por el Ministerio de Educación, para que empiece a operarla.

La maquinaria fue donada en 2011 por la Organización No Gubernamental (ONG) Ricerca e Cooperazione. El teclado y la pantalla son convencionales, es decir que están en castellano. Pero se tiene el proyecto de crear un teclado con el sistema braille para que los invidentes la operen.

Los primeros libros que se imprimirán son el abecedario, los números y la Historia de Bolivia de Carlos Mesa Gisbert. Este texto fue grabado en audio por un ciego.

Valeria Quispe Quispe, responsable del centro Julián Apaza, dijo que el Ministerio de Educación dio un ítem para que una persona se haga cargo de la capacitación y el control de la impresora.

“En julio se empezarán con los primeros trabajos: los abecedarios y números e iniciación de lectura. Luego se pretende sacar libros o folletos de leyes, ordenanzas y textos relacionados a los derechos de las personas con discapacidad”, añadió.

Quispe aseguró que el ministro de Educación, Roberto Aguilar, se comprometió a comprar esos textos.

Capacidad para leer y escribir

Diplomas

Los talleres son organizados por la Unidad de Protección a la Persona con Discapacidad, que entrega certificados a quienes participan. Entre ellos se encuentran docentes que trabajan con niños minusválidos.

Lectura

Quienes conocen el braille pueden leer un promedio de 104 a 125 palabras por minuto, aunque algunos alcanzan a percibir 250 palabras utilizando ambas manos.

Creador

Louis Braille inventó el sistema de lectura y escritura con puntos en alto relieve, que se percibe por medio del tacto. Lo hizo en 1824, a sus 15 años, tras quedar ciego.

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