miércoles, 7 de enero de 2015

Ávila, el “mítico” gestor de la Universidad Libre Tarija



Como era un hombre culto, vio que Tarija necesitaba de una casa de estudios superiores, porque era como tener un cuerpo y no la mente, cuenta el historiador José Paz Garzón sobre el gestor, fundador y primer rector de la Universidad Libre de Tarija “Juan Misael Saracho”, Federico Ávila y Ávila.

Paz Garzón, ingeniero geólogo y miembro de la Sociedad de Geografía e Historia de Tarija, adelantó a El País eN algunos pormenores del libro biográfico sobre Ávila y Ávila. “Ya está concluido, lo hice el penúltimo día del año”, agregó y dijo que pronto será presentado al público tarijeño.
Para dar vida a la obra, Paz accedió a la biblioteca, archivos y documentos que conserva la familia de don Federico Ávila, cuyo sueño era que su tierra tenga una universidad de acuerdo a los tiempos que corrían, con una facultad de humanidades y no la concebía sin una cátedra de filosofía, literatura, ciencias de la educación, etc.
En esos años, hasta mediados de los 40, la región sólo tenía un Distrito Universitario de Tarija, pero era como una simple facultad que dependía de la San Francisco Xavier de Chuquisaca y no tenía la proyección de una casa de estudios superiores.
Como hombre culto que era, Ávila imaginaba una universidad con patrones modernos para la época y en el que se realice investigación científica y su mérito fue que siendo director de la Biblioteca Municipal, luego de volver de Buenos Aires y La Plata, donde estudio filosofía y letras, se propuso crearla.
Desde la función que cumplía, invitó a 42 personalidades de Tarija, grupo en el que no todos eran titulados, sino ciudadanos destacados, algunos eran intelectuales autodidactas, otros religiosos, autoridades de la región y en una reunión en la biblioteca, el 20 de mayo de 1944 toman el acuerdo definitivo para fundarla.
Ese es el primer documento que se adjunta en el libro, el acta en la que firman las 42 personas que serían los gestores de la universidad. Al otro día se suscribe otro documento en el que los profesores se comprometen a dar clases un año “ad honorem” (sin remuneración) a fin de consolidarla y un 6 de junio de 1946 nace la Universidad Libre de Tarija “Juan Misael Saracho”.
“El mérito de este hombre era haber hecho la Universidad, pero con esa visión de tener gente estudiando si es posible todo el día en sus claustros y formando profesionales cultos, Federico Ávila quería Hacer una revolución en Tarija y que no se quede únicamente con una facultad de abogacía, que además ya había sobreoferta de esos profesionales para la pequeña población que existía”, puntualizó Paz.

La obra del intelectual Federico Ávila

Federico Ávila nació en la ciudad de Tarija el 12 de septiembre de 1904. Sus padres fueron el Justo Ávila Baldiviezo y Concepción Ávila Berdecio. En su matrimonio con Elsa Echazú Donoso tuvo un solo hijo, Luis Edgar Ávila Echazú, Miembro de la Academia de la Lengua de Bolivia.
En segundas nupcias lo hace con Adalia Menacho Limpias. De su tercer matrimonio con Rhina Pino Baldiviezo son sus hijos Federico, Ariel, Mireya, María del Carmen, Ruth y Oscar Javier Ávila Pino. Escribió hasta el último día de su vida. Falleció en la ciudad de Tarija el 12 de junio de 1973. Sus restos descansan en el lugar destinado a los tarijeños notables.
Fue un eximio escritor, literato e historiador, es una de las figuras intelectuales más conspicuas que tuvo Tarija, no solo por su prolífica producción literaria sino por la profundidad de sus estudios de investigación geográfica, histórica, sociológica, geopolítica y pedagógica.
Entre sus trabajos destacan: Función social de la mujer (1927). La Paz, La enseñanza de la historia (1929), Don Francisco de Tarifa y el origen del nombre de Tarija (1930), Los Lobos del Altiplano (1930). Ensayo Dramático, El andinismo del Chaco y otros ensayos (1935) Editorial Tor y El problema de la unidad nacional (1938).
También: Bolivia en el Concierto del Plata (1941). Editorial Cvltvra. México, D.F.1940, Vidas fracasadas, Cuentos (1950). Tarija La señorita Kant (1966). Novela. Editorial Gisbert, La Paz, El Mito del Dios Viracocha (1970).

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