domingo, 15 de enero de 2017

UMSS sugiere secar, dragar y volver a llenar Alalay en 2017

Ante el crítico estado ambiental de la laguna urbana de Alalay, el último informe técnico de monitoreo elaborado por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) recomienda secar la cubeta, extraer e inactivar los lodos acumulados por 20 años, dragar y volver a llenar el espejo durante la época de lluvias 2017-2018.

El documento denominado “Informe Técnico Monitoreo de la Laguna Alalay 2016” fue elaborado por el Centro de El Centro de Aguas y Saneamiento Ambiental (CASA) y la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos (ULRA) de la UMSS.

Las recomendaciones, que se sugiere sean ejecutadas a corto plazo, se realizan en medio de una laguna “hipereutrofizada”: con “sobrepoblación de nutrientes, blooms de cianobacterias potencialmente tóxicas y la pérdida de la riqueza de organismos”.

En esa línea, la UMSS indica que es preciso cerrar las compuertas del canal de desvío del río Rocha, que alimentan la cubeta, para evitar la entrada de agua durante la temporada de lluvias 2016-2017. Además, aconseja inactivar los lodos para evitar la emisión de gases, por la descomposición de materia orgánica, y descomponerlos fuera del área de influencia de la laguna.

“Las acciones arriba mencionadas tendrán como objetivo disminuir drásticamente los nutrientes almacenados en el sedimento de la laguna para evitar tanto el reciclamiento interno como una rápida eutrofización, lo cual, además, eliminará el bloom de cianobacterias”, señala el informe que data del 12 de diciembre de 2016.

Entre las recomendaciones a mediano y largo plazo, la UMSS también sugiere dotar de plantas de tratamiento de aguas residuales a la población circundante el río Rocha, eliminar las entradas de aguas de uso doméstico e industrial hacia la laguna y continuar con el monitoreo ecológico de la laguna.

La universidad también sugirió “considerar la reducción” del espejo de agua que cubre aproximadamente 230 hectáreas, debido a que otras lagunas eutrofizadas en el mundo se han podido controlar, “con cierto éxito”, debido a su menor tamaño.



Masiva mortandad de peces platinchos, reportada en marzo de 2016 en la laguna Alalay.
José Rocha

Diagnóstico

El informe a nivel físico, fisicoquímico y químico de las aguas, monitoreado desde diciembre de 2015 por CASA establece que los niveles de los nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo, “han ido incrementado”. Asimismo, expresa preocupación por el “acelerado” incremento de la salinidad, “más advertida en la parte sud”, debido a la sequía, que disminuyó el nivel de la cubeta. “Durante todo el periodo de estudio, los niveles de fósforo han sido superiores a las de un lago hipereutrófico, lo que devela que las condiciones de la laguna no han cambiado. Al contrario, la concentraciones de nutrientes en el agua son mucho más altas que las de una laguna hipereutrófica”, señala el estudio.

En tanto, el monitoreo de ULRA revela que no se hallaron peces en ninguna de las siete pescas realizadas, entre agosto y septiembre. Sólo se hallaron platinchos de la especie Oligosarcus schindleri.

El resultado final de las capturas nulas en ese tiempo devela que la población de platincho disminuyó severamente. “Si algunos ejemplares sobreviven en este momento, probablemente encontraron un refugio inaccesible para la pesca”, señala el documento.

El doctor en Ciencias y docente investigador de la Universidad Católica Boliviana (UCB) Marcos Luján alerta que secar la cubeta ocasionará una “pequeña catástrofe ambiental”, pero aun así puede que sea necesario hacerlo. Sin embargo, recomienda ejecutar este trabajo en una época de sequía y en un tiempo máximo de seis meses para no perjudicar el ecosistema. En este periodo, es importante evitar la emisión de polvo y gases tóxicos que se desprenden de la cubeta. “Ello porque una vez que se retiren los lodos habrá un impacto porque se removerá la contaminación, el ácido sulfhídrico”, explica.



LLEGA A “DESTIEMPO” Y HAY RIESGO DE LOTEOS

El investigador y ecólogo de la UCB Eduardo Morales enfatiza que la propuesta de la UMSS llega a “destiempo”, pues ya ingresó agua a la cubeta en esta época de lluvias. Recuerda que un dragado tiene “consecuencias graves” para el ecosistema. Por ejemplo, el de 1997 hizo desaparecer los anfibios.

“En una ciudad como Cochabamba, en la que las temperaturas están en ascenso y cuya contaminación atmosférica es una de las peores de Latinoamérica, no nos podemos dar el lujo de perder, ni siquiera por un año, un espejo de agua que ayuda a precipitar los contaminantes atmosféricos y que actúa como refrigerante de la atmósfera”, enfatiza.

A ello se suma que el tratamiento de lodos es diferente en condiciones secas o bajo el agua. Morales cuestiona las razones por las cuales las recomendaciones no salieron hace un año o cuando ocurrió la muerte masiva de peces.

Sobre la propuesta de reducir el espejo de agua, enfatiza que ello contribuirá a eliminar el hábitat de muchas especies y su extinción, especialmente de aves, reptiles y mamíferos que habitan en el cerro San Pedro.

Alertó que el secado de la laguna es un riesgo porque puede ser aprovechado para la ocupación urbana. “He escuchado versiones de que incluso se quería hacer un parque tipo Central Park como Nueva York”, indica.

Para el ambientalista y coordinador de Gestión y Monitoreo Ambiental (GEMA), Marcelo Delgadillo, secar la laguna es “bastante riesgoso”. A ello se suma que se abre el riesgo de “invasión, ocupación o loteo” de la cubeta. Recuerda que ya hubo intenciones de construir un hotel o convertir el predio en un Country Club acuático. A ello se suman las expectativas de comodatarios deportivos, como Aurora y Wilstermann. En contraposición, plantea dragar bordes y extraer los rellenos de la zona norte y sur, aplicar un tratamiento y manejo de lodos por segmentos para no impactar en el ecosistema y conformar cuerpos de agua independientes y profundos al borde de la laguna para almacenar agua y alimentar la laguna en la época seca.



MEDIRÁN GAS

La mesa técnica que analiza los gases de la laguna Alalay, en el marco de la comisión técnica científica conformada para salvar la cubeta, instalará equipos para medir el ácido sulfhídrico (H2S) —olor similar al “huevo podrido”— que emana la cubeta, informa el ingeniero químico, doctor en Ciencias y docente investigador de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Marcos Luján.

El equipo instalará “burbujeadores de gas” en zonas de mayor impacto como la noreste y norte. El monitoreo se realizará durante 14 días. El investigador detalla que el ácido sulfhídrico no es un contaminante crítico para definir la calidad del aire, pero sí un gas tóxico, cuyo límite permisible establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 150 microgramos por metro cúbico en la atmósfera en un promedio de 24 horas. En caso de sobrepasar el límite, “una proporción importante de la población puede sufrir efectos tóxicos”, indica.



Algunas de las aves que murieron, tras la crisis ambiental de marzo pasado en la laguna Alalay.
Los Tiempos

ANÁLISIS

EDUARDO MORALES, ECÓLOGO UCB
“Recomendación llega a destiempo”

La UMSS, en un informe recientemente dirigido al Crempla, hizo la recomendación de secar la laguna, extraer los lodos y llenarla con agua en la época de lluvias 2017-2018. Primero, la recomendación viene a destiempo pues la Alcaldía ya permitió el ingreso de agua en la presente época de lluvias.

Segundo, una solución similar y que se adapta mejor a las condiciones actuales de la laguna ya se había planteado el 3 de abril de 2016 en un informe realizado por mi persona. Entonces recomendé “comenzar un programa de extracción de lodos mediante técnicas que permitan subsistir a peces, zooplancton y otros organismos”. Añadí: “los lodos emanan gases tóxicos, toxinas almacenadas, bacterias y hongos patógenos, así como otros productos que pueden causar floraciones o deceso de animales y microorganismos de beneficio para la laguna”.

En el mismo informe, establecí que se debía “eliminar completamente ingresos de aguas servidas, basura y otros efluentes. Si no se puede, utilizar barreras de contención con macrófitas e instituir la regular extracción de materia vegetal para remover nutrientes y contaminantes en la desembocadura de los ingresos”.

En un informe posterior, del 3 de noviembre de 2016, concluí que “por las respuestas diferentes que se hallaron en las algas de los tres puntos de muestreo, se deriva que el manejo de la laguna también debe ser diferenciado y zonificado. Por ejemplo, el manejo de efluentes y lixiviados que percolan en la laguna desde Country Club, del barrio ecológico y canchas en la zona este, requieren medidas muy distintas a las que se deben aplicar a jeaneras y plastiqueras, así como a efluentes de casas, gasolinera y tráfico automotor de la zona oeste-sudoeste.”

Expresé mi sorpresa ante la falta de coordinación dentro del Crempla y de éste con los entes operativos de la Alcaldía.

Este tipo de prácticas (secado) conduce a un cambio radical del ecosistema, alterando la fauna, flora y microorganismos de manera radical y es muy probable que un año después del llenado la laguna no sea la misma.

Siendo la laguna uno de los últimos relictos de biodiversidad del valle cochabambino, no nos podemos dar el lujo de manejarla como si fuera un estanque. Reducir aún más el área de este cuerpo de agua podría tener consecuencias catastróficas.

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