Ariel Mauricio Moya Quispe, de 22 años, murió por intoxicación alcohólica, después de asistir al “bautizo” de los alumnos de primer grado de la Universidad del Valle (Univalle). Otro joven que estuvo en la fiesta murió tras caer desde un puente.
“Chupivalle, el Bautizo” —organizado por la empresa Joda Sur Producciones en la Casa de Piedra del barrio Amor de Dios de La Paz— comenzó a las 14.00 del viernes y terminó a las 03.00 del sábado. La casa de estudios superiores no participó ni auspició el festejo.
Moya estaba comenzando la carrera de Administración de Empresas y era el menor de tres hermanos. “Sus padres fueron a recogerlo a las 20.00, pero no les abrieron la puerta sino hasta las 03.00; fue cuando lo llevaron a su casa. En la mañana (del domingo) se sintió mal y lo internaron en una clínica, donde murió cerca de las 23.00. Ya tenía muerte cerebral”, informó a La Razón su prima Gloria Moya.
En el reverso de la entrada, entre otras cláusulas, se lee que: “una vez ingresado al recinto no se permiten las salidas, salvo aquellas emergencias que deben ser atendidas con inmediatez”.
Este medio intentó comunicarse con Joda Sur, sin embargo, no se tuvo éxito. El teléfono que aparece en el ticket solamente es para la venta de entradas y en su cuenta de Facebook no hay un número de contacto.
“Recuerdo que cuando fui a recogerlo había mucha gente ebria que estaba botada. Investigaremos qué pasó. Si (se sirvió) alcohol adulterado”, indicó Faustino Moya, padre de la víctima. Los médicos de la clínica donde fue internado su hijo no le hicieron la autopsia.
“El médico dijo que no tenía órdenes, pero no hubo más tiempo y procedimos al velorio”. La tarde de ayer el cadáver del muchacho fue enterrado. Claudia Calderón, directora de Relaciones y Extensión Universitaria de Univalle, recalcó que el “bautizo” no fue organizado por esta institución y que sus estudiantes fueron advertidos de ello con anterioridad.
Ilegal. “Se les mencionó que no nos hacíamos responsables”, aseguró. La tarde de ayer, la Intendencia Municipal de La Paz clausuró la denominada Casa de Piedra, que operaba como un parqueo irregular. “Es una especie de canchón, no es un local ni discoteca”, aclaró el subalcalde del Macrodistrito Sur, Carlos Urquizo.
La mañana del sábado también se encontró el cadáver de Daniel Zeballos, de 30 años, debajo del puente Amor de Dios. No era alumno de la universidad, pero asistió al festejo invitado por una amiga, dijeron sus parientes a Unitel.
“Al parecer se habría caído de una altura de tres metros. Era de 1,72 metros, de contextura delgada y tez blanca. Presuntamente se encontraría bajo efectos del alcohol. Vecinos dijeron que noche anterior varios jóvenes estaban consumiendo alcohol”, informó el coronel Adolfo Cárdenas, subcomandante regional de la zona Sur. Hasta ayer no se le había practicado la autopsia.
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