viernes, 3 de julio de 2020

Universidades en crisis: crece la deserción por costo de interne

Las universidades privadas del país registran un 35% de deserción estudiantil, siendo la principal causa la imposibilidad de mantener el pago de internet para las clases virtuales. Esto y la dificultad de los estudiantes para pagar las pensiones ha hecho que las instituciones entren en una crisis económica que pone en riesgo la calidad educativa y su existencia.

“Por la pandemia, los alumnos han ido abandonando sus estudios. A fin de año, por lo general, tenemos un 40% de deserción. Pero ahora no hemos terminado ni el primer semestre y estamos en el 35%. Es decir que hemos perdido el 35% de la matrícula”, señaló el rector de Ucatec y presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP), René Polo.

El 30 de marzo, las universidades privadas y el Ministerio de Educación firmaron un compromiso para flexibilizar los pagos de pensiones. Con este acuerdo los estudiantes podían acceder a los siguientes módulos de la currícula sin necesidad de estar al día en sus cuotas, lo que dejó a las instituciones con niveles muy bajos de liquidez.

Por ello, 29 de las 36 afiliadas a la ANUP se vieron obligadas a contraer préstamos bancarios para pagar sueldos, las licencias de las plataformas virtuales para dar clases y otros gastos. El incumplir estas obligaciones implicaría detener la formación de más de 200 mil universitarios del país.

Para el presidente de la Federación Regional de Estudiantes de la Universidad Católica Boliviana de Cochabamba (Freucb), José Ugarte, el problema del pago de las pensiones es preocupante, porque generó que muchos universitarios piensen en dejar sus estudios.
La teleeducación es la alternativa que no llega a todos.
Foto:Archivo / Página Siete

“La UCB anunció hace un mes que se solidarizaba plenamente con la situación económica de sus estudiantes. Por ello se diseñó un Plan de Apoyo Económico Excepcional, que consiste en dos componentes: uno automático para todos los estudiantes con el 10% de descuento y otro variable que puede llegar hasta un 60% adicional, de acuerdo a situaciones personales justificadas”, indicó el rector de la UCB, Marco Antonio Fernández.

Añadió que se suspendió para toda la gestión cualquier cobro de multas por atrasos en los pagos y se brindó un plazo para pagar las cuotas de marzo, abril y mayo hasta el 30 de junio. Aseguró que estas medidas han sido determinantes para que estudiantes que pensaban suspender sus estudios no lo hicieran y la deserción (en su caso) haya sido muy baja y comparable a situaciones de años normales.

“Es una gran ayuda. Pero aún así el plazo que nos ponen es difícil de cumplir porque seguimos sin poder generar ingresos”, señalo Alejandro M., un estudiante de la UCB regional La Paz.

La situación se replica en otras universidades. “Pedí una ampliación del plazo y también del descuento pero todavía no tengo respuesta”, comentó una alumna de la Universidad Privada Boliviana (UPB).

Internet, causa principal de la deserción


“Inmediatamente se decretó la cuarentena, las universidades privadas habilitamos las plataformas virtuales para dar continuidad al sistema educativo, no hemos parado ni un día para continuar el semestre que ya había comenzado”, señaló el rector de Utepsa de Santa Cruz y vicepresidente alterno de la Región Andina de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (Udual), Antonio Carvalho.

Aunque a ninguno de los estudiantes le fue negado el servicio, no todos están conformes con las clases virtuales. Mientras que para algunos no logran satisfacer sus expectativas, para otros el principal problema es el mantener el internet.

“Al principio la dificultad fue la organización. Pero algo que permanece es que muchos de los estudiantes tuvieron problemas con el acceso a internet y hemos tratado de ayudar con megas, es el principal problema”, señaló el presidente de Freucb, José Ugarte.

Según datos recabados por la ANUP, el 57% de las deserciones se deben a la imposibilidad de los estudiantes de pagar el internet para las clases virtuales, un 8% porque tiene un acceso deficiente y otro 8% porque el alumno no cree en las clases virtuales. Un 15% abandonó la universidad porque volvió a su lugar de origen y un 12% por otras causas.
Las universidades privadas también sufren los efectos negativos de la pandemia.

“En el país tenemos un internet que, además de caro, no tiene una buena cobertura. Eso ha motivado el abandono y que no sea el 100% de los estudiantes los que puedan avanzar”, indicó Carvalho.

“No es la misma asimilación que en una clase presencial. Si bien hay materias en las que se da de mejor modo, las que preocupan son las que requieren práctica. En mi caso al principio teníamos fallas con la plataforma que habilitaron, colapsó y no todos podían entrar”, manifestó un alumno de la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB).

Carvalho explicó que las clases virtuales son un campo en el que se trabaja desde hace varios años, pero que por reparos de la anterior gestión del Ministerio de Educación no logró ser consolidada más que como una herramienta complementaria.

Dijo que los docentes se ven en la necesidad de trabajar el triple. Preparan los temas, las evaluaciones y están disponibles las 24 horas para sus estudiantes porque la enseñanza se individualiza.

Como parte de las acciones para mejorar el acceso de los estudiantes a internet, Entel firmó una serie de compromisos para ofrecer paquetes de tele-educación de bajo costo. La Universidad Pública de El Alto, Universidad Católica Boliviana, San Francisco Xavier de Chuquisaca, Gabriel René Moreno y la Universidad Mayor de San Andrés son algunas de las beneficiadas, cuyos estudiantes podrán ingresar a plataformas educativas


Privadas sin apoyo para la reactivación económica


“La educación no está en ninguna parte, no aplicamos en los beneficios para el sector productivo”, dijo el presidente de la ANUP, René Polo. A la fecha rige un descuento de entre 5%, 10% y 15% para todos los estudiantes, un apoyo que puede extenderse en casos particulares. Esta rebaja se suma a los beneficios y planes ya disponibles, antes de la emergencia, en cada universidad.

Polo añadió que pese a ello, por la crisis económica que atraviesan los alumnos, hay una mora del 70% en las mensualidades. Y aunque para algunos universitarios y padres de familia los descuentos son una ayuda, para otros aún son insuficientes.

“Por la pandemia hemos tenido que dar el salto de las clases presenciales a las 100% virtuales. Esto implicó un gasto que no estaba presupuestado, ya que no se realiza con las aplicaciones comúnmente conocidas, sino con la contratación de plataformas que requieren un pago de licencias por cada estudiante que accede”, manifestó Polo.

Pero si hay algo en que coinciden las casas de estudios superiores y los estudiantes es que si sigue la baja de sus ingresos, las universidades estarán en serio riesgo de colapso financiero o de baja de la calidad educativa.

“Uno elige una privada porque a veces tiene carreras o contenidos que no encontramos en la estatales. Claro que eso implica que la educación sea pagada. Ahora no podemos pagar, pero de seguir así tal vez van a cerrarse carreras o bajará la calidad”, manifestó un estudiante de la UPB.

Polo indicó que una muestra de la calidad es que en los últimos 10 años las privadas pasaron de ocupar el 5% de las acreditaciones internacionales al conseguir 45%. “Son alrededor de 200 mil estudiantes en las universidades privadas. Sin ellas tendrían que ser absorbidos por las estatales”, sostuvo.

Semestre con Covid


Cuando el Gobierno declaró la cuarentena contra la Covid-19, el primer semestre ya había comenzado en las diferentes universidades privadas del país.

Virtual Para no parar las actividades educativas se pasó de las clases presenciales a las 100% virtuales. A excepción de las materias prácticas, que requieren laboratorios y talleres. En el caso de las carreras relacionadas con el área de la salud, por seguridad de los estudiantes se detuvo toda práctica hospitalaria, así como los internados de rotación. Los alumnos se han presentado como voluntarios para las brigadas de lucha contra el Covid-19.

UCB El rector de la Universidad San Pablo indicó que como parte del plan integral de fortalecimiento de su ecosistema de Educación Virtual, la UCB acaba de realizar importantes inversiones, como la adquisición de NEO Learning (LMS), un paquete de manejo de sistemas de enseñanza-aprendizaje virtual especializado . Es el primero en Bolivia, aunque ya es utilizado en Europa y EEUU.

Remotos En relación a los desafíos en las prácticas de laboratorios, la UCB está implementando laboratorios remotos para diferentes disciplinas, especialmente para las carreras de ingeniería. Estos serán dirigidos por universidades de EEUU. También organiza capacitaciones para los docentes que les permitirán obtener un diplomado en “Aplicación de recursos tecnológicos para la educación virtual”.


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