Si se analiza detenidamente esta modalidad de aprendizaje, que en el futuro también será común, se observa una serie de ventajas importantes que valen la pena resaltar.
Una de ellas es el tiempo de transporte. Se evitan los gastos y tiempo de movilidad y otros costos asociados al desplazamiento físico del alumno.
Otra es la accesibilidad. Cualquier persona que quiera estudiar puede hacerlo a través de su computadora y una buena conexión a internet. De igual manera, la modalidad en línea brinda comodidad, ya que el estudiante puede estudiar desde el sitio donde se sienta más cómodo para tener mayor concentración.
Además, la educación online permite disponer de recursos ilimitados de aprendizaje en aulas virtuales como simuladores y ejercicios prácticos, así como el acceso a múltiples bases de datos de revistas científicas y libros de acceso remoto.
Asimismo, estimula la creatividad, son más dinámicas, promueven el uso de TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y la ampliación en versatilidad tecnológica, de alguna forma, se asemejan a las clases presenciales.
Finalmente, no hay que olvidarse de la seguridad física. Especialmente en estos tiempos, cuando el riesgo de contagio de un virus es tan alto, estudiar desde casa minimiza por completo esta variable.
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