domingo, 11 de julio de 2010

La traba no es sólo el ingreso a la ‘U’

Los profesores se faltaron mucho; no me dio tiempo de estudiar; nos hicieron interpretar los conceptos; no me gusta leer y los textos son muy largos; para pasar se necesita suerte; este examen es un negocio... en fin, fueron muchas las justificaciones que dieron los estudiantes que reprobaron el último examen de ingreso a la universidad estatal. Hoy, varios aprovecharán una nueva chance para vencerlo, pero hay otros que ya lo han intentado en más de dos oportunidades.
Según los registros de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), alrededor del 30% de los que se inscriben en el PAB son repitentes. A juicio de docentes universitarios y una especialista en recursos humanos, esto significa que hay fallas fundamentales en la formación de los jóvenes que se deben corregir cuanto antes, para que las dificultades para empezar una carrera no se conviertan después en un impedimento para hallar empleo.
Miguel Barrancos, que intenta ingresar a Ingeniería Química, cree que los que no trabajan y sólo estudian no tienen motivos para recibir un aplazo. A él no le favoreció el horario que tomó en la empresa donde trabaja, pues tuvo que faltar a muchas clases y en las últimas semanas tuvo que hacer turnos de noche.
Otros, como Ana Laura Fernández y Ricardo Sandóval, creen que faltó orientación de algunos profesores que no acudieron a todas las clases, pero coinciden en que el contenido de la prueba es básicamente lo que llevaron en el colegio.
El responsable del departamento PAB/PSA, Helecto Villarroel, considera que el alto porcentaje de repitentes en las pruebas de admisión tiene que ver con sistemas de admisión. Hace algunos años, el promedio de la libreta de cuarto medio valía la mitad de la nota y el resto del puntaje provenía del examen. Con esa modalidad, entre el 50% y el 70% de los postulantes aprobaba. Este año, la libreta dejó de ser considerada y la cantidad de aprobados bajó a un 12%.
La Uagrm tiene dos modalidades de ingreso con examen: la Prueba de Suficiencia Académica (PSA), que se toma a principio de año, y otra que se toma a los inscritos en el Programa de Admisión Básica (PAB), un curso de 12 semanas dedicado sólo a preparar al alumno para la prueba. Para esta última, se inscribieron 5.863, pero sólo 5.107 dieron al examen final, lo que refleja un porcentaje de deserción del 12,89.
Estos resultados ponen otra vez en debate la formación de los bachilleres, que es la misma población que después sale al mercado laboral.
La profesora Nimia San Martín Martínez asegura que el texto de Lenguaje y Literatura que preparó de forma exclusiva para los estudiantes del PAB es una guía didáctica para refrescar la memoria de los alumnos, porque el contenido está referido a temas avanzados en el colegio. Sin embargo, remarcó que los jóvenes tienen muchos problemas de comprensión lectora y ortografía. Esto le indica que todavía hay fallas en el sistema educativo, pese a que la Ley de Reforma Educativa hace énfasis en el constructivismo y no en lo textual. Cree que hay que acentuar más en el contenido y en el aprendizaje del estudiante, antes que en el avance del programa. “Tiene que ser participativo”, señala.
Quedarse sin corregir esas fallas es dejar que el problema llegue más lejos todavía. Katya Talavera, directora de la empresa de gestión de recursos humanos T&A, resalta que los bachilleres tienen serios inconvenientes para definir su vocación profesional, porque algunos llegan sin saber qué rumbo tomar y necesitan orientación para seguir un proyecto de vida que incluya una carrera profesional.
Una vez concluyen la carrera, no saben cómo ingresar al mercado laboral. “Están fuera de la realidad y creen que por tener el título pueden exigir un cargo de alto nivel, o presentan expectativas salariales demasiado elevadas”, explica. Talavera recomienda a los estudiantes que complementen sus conocimientos teóricos con pensamiento analítico y crítico, que les permita aplicar herramientas, algo que buscan las empresas e instituciones al momento de contratar a su personal.

Actividades

Elaboración. Para preparar el examen de ingreso a la U se contrata nueve coordinadores, que son docentes de la universidad. Ellos hacen los textos a base de la bibliografía de tercero y cuarto medio. Se encargan de hacer un banco de preguntas, pero también presentan 10 modelos de examen, que luego se incluyen entre los tres o cinco que se toman a los estudiantes el día fijado.

Textos. Se han elaborado 8 textos para preparar a los bachilleres antes de ingresar a la universidad: Lenguaje y Literatura, Realidad Nacional, Química, Historia y Geografía, Filosofía, Matemáticas, Biología, Psicología y Física. A éstos se suman otros dos, uno es el banco de preguntas que van resolviendo a base de los textos, y el otro es de técnicas de estudio. En este último no sólo se incluyen algunos apuntes concretos de solucionar problemas en la vida personal y elevar la autoestima, sino también describe métodos y técnicas para mejorar el aprendizaje del alumno.

Proceso de estudio. Primero muestra lo que tienes que hacer antes del estudio, donde tiene que haber preparación, concentración y asistencia a clases. Durante el estudio, tiene que haber una lectura rápida y otra detenida, el subrayado, la síntesis con esquemas, mapa conceptual y resumen, no olvidar la revisión y también algo de memorización. Después del estudio, hay que hacer repasos programados y evaluación.

Organizar el tiempo. Determinar lo que se tiene que hacer fijando el tiempo del que se dispone. Hay que construir la programación semanal y diaria. Además de las actividades, se incluye los descansos previstos.

“Falta trabajo en la secundaria”
Paula Peña Asbún / Catedrática / Historiadora
Existen varias modalidades de ingreso a la Uagrm, dos de las cuales son de ingreso masivo. Una es la PSA (Prueba de Suficiencia Académica) y la otra el PAB, (Programa de Admisión Básica). La PSA es un examen que se toma al inicio del año, y evalúa el conocimiento del postulante sobre lo avanzado en la secundaria. El PAB es un curso artículador entre la secundaria y los requerimientos de la U.
La Uagrm trabaja cercanamente con los avances en la secundaria, con los diferentes textos que se usan, para preparar las preguntas para la PSA. Y en el PAB se trabaja en relación con las competencias que deberán desarrollar los estudiantes para su ingreso a la universidad, pero también para su permanencia en la carrera que optaron. Sin embrago, debemos analizar la calidad de los bachilleres, que postulan y que ingresan a la universidad. La reforma educativa de 1994, centro su revisión de contenidos en la primaria, es decir de primero a octavo, pero dejó huérfana a la secundaria. Las editoriales han estado publicando textos de acuerdo con los programas ministeriales y mejorando los contenidos, pero sí es notorio que ha faltado trabajo en la secundaria, y no sólo en textos sino en el enfoque del proceso se enseñanza- aprendizaje. Ahora que se plantea la revolución educativa, siguen las falencias en la secundaria, veremos en un para de años, si esa denominada revolución del actual Gobierno, produce mejores bachilleres y mejores ciudadanos. Por que lo que también es obvio, son las deficiencias en una educación en valores.

La desesperación hace caer a muchos en la estafa
La preparación al examen de la universidad a principio de año se convierte en un negocio para muchas personas e instituciones, que encuentran en los alumnos presas fáciles, pues están desesperados por lograr su pase.
Las autoridades universitarias conocen de esta situación y, de acuerdo con las denuncias que les hacen los mismos estudiantes, saben el modo en que operan estas mafias, por eso han incluido en el texto Banco de Preguntas algunas advertencias para no dejarse envolver con estas trampas (ver ilustraciones).
Pese a todo, varios bachilleres están convencidos de que sólo los que pagan ingresan. “Algunos pagan y entran sin problemas”, comentan entre ellos mientras esperan su turno de inscribirse para el repechaje de este domingo.
Para evitar que surjan los negociados, la universidad ofertó clases de preparación para la PSA de verano el año pasado. Luego, por decisión de las autoridades universitarias, esta modalidad se retiró. Quiere decir que a fin de año nuevamente reaparecerán las ofertas particulares que muchas veces dan lugar al engaño.

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