miércoles, 30 de enero de 2013

Instalarán 4 tipos de unidades de formación técnica



El Ministerio de Educación proyecta para este año el lanzamiento de cuatro tipos de centros de capacitación técnica y tecnológica. “Queremos ligar la formación de los institutos técnicos con la producción, para que el alumnado tenga más interés de estudiar áreas donde obtenga mayor seguridad para hallar trabajo”, manifiesta el ministro Roberto Aguilar.

Esto va de la mano con la Ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez, que establece que la formación superior técnica y tecnológica “es la formación profesional técnica e integral, articulada al desarrollo productivo, sostenible, sustentable y autogestionario, de carácter científico, práctico-teórico y productivo”, y el principal objetivo es “formar profesionales con capacidades productivas, investigativas y de innovación para responder a las necesidades y características socioeconómicas y culturales de las regiones y del Estado Plurinacional”.

La propuesta gubernamental apunta a la creación de “institutos territoriales” en cada provincia y municipio; “institutos sectoriales” vinculados a sectores productivos, como el textil y el pecuario; “institutos estratégicos” que formarán a especialistas en áreas económicas clave para el país, como la producción del litio del salar de Uyuni o la industrialización del hierro del Mutún, en Santa Cruz, y por último, “institutos itinerantes” que enseñarán de forma “rotativa en las regiones más alejadas” de Bolivia.

Aguilar admite que entre los jóvenes hay mayor tendencia a la formación en las universidades; los datos así lo determinan: hay casi medio millón de alumnos en las universidades públicas y privadas y aproximadamente 130 mil en los institutos técnicos y tecnológicos. No obstante, la autoridad cree que estas cifras pueden cambiar en los próximos años si los técnicos medio y superior pueden acceder a una licenciatura.

“En 2013 vamos a consolidar esto de la continuidad de estudios, es decir, que alguien que haya obtenido su título de técnico medio o superior en un instituto pueda continuar su capacitación en una universidad con los cursos complementarios hasta lograr la licenciatura”. En esa línea, ahora estos centros reciben el denominativo de “institutos técnicos y tecnológicos, porque deben ser la mejor opción para el trabajo; por eso tenemos que fortalecerlos, pero vinculados a las cadenas productivas de cada región y de cada sector”, añade.

Productividad. Aparte están las escuelas superiores tecnológicas que, según la norma, “son instituciones educativas, de carácter fiscal, que desarrollan programas complementarios de formación especializada a nivel licenciatura para profesionales del nivel técnico superior, para el desarrollo de la investigación aplicada, la ciencia y la tecnología en áreas prioritarias para el desarrollo del Estado Plurinacional. Serán creadas por decreto supremo, considerando capacidad y experiencia institucional, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad económica y técnica, y cobertura establecidas en reglamentación específica”.

“Hay que mirar a las áreas de desarrollo de las regiones, que van a demandar técnicos; por ejemplo, en los campos de la minería y los hidrocarburos, que son nuevas vetas que aparecen en el país y que van a requerir de personal técnico altamente calificados”, remarca Aguilar. “Hay que jerarquizar a los institutos y volverlos mucho más atractivos”, comenta el viceministro de Educación Superior, Benecio Quispe.

Para caminar hacia este objetivo, en diciembre del año pasado se realizó el Primer Encuentro de Institutos Técnicos y Tecnológicos Privados, en la ciudad de Cochabamba. Quispe informa que el ministerio va a “trabajar en la formación de los maestros en estos centros, que si bien son privados, los apoyaremos con docentes. Necesitamos formar profesionales en la ruta y las necesidades que el flamante Estado está construyendo”.

Más aún, el viceministro indica que la educación debe convertirse en una de las llaves para lograr la descolonización económica. “La formación técnica tecnológica es la que nos tiene que permitir construir, si vale la palabra, el empoderamiento económico de los sectores más excluidos de Bolivia, pero también de los sectores populares”.

Al respecto, Víctor Hugo Cárdenas, exvicepresidente de la República, opina que para hacer un cambio en la educación boliviana se debe apuntar primero a un pacto social, “educativo y político, esto último entre el Gobierno y los partidos de oposición, para que el cambio sea estable por años”. Citando al periodista argentino Andrés Oppenheimer y su libro ¡Basta de historias!, puntualiza que las reformas deben ser de largo plazo. “Un pacto social es una condición necesaria para cualquier cambio”.

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