Después de las movilizaciones, el 20 de noviembre el alcalde Edwin Castellanos firmó su memorándum de traslado como abogada del área de Fiscalización a la dirección de Obras Públicas como “peón 1”.
Desde entonces, Escobar trabaja con pala y picota. Ayer, enterados que la prensa la buscaba, alguien ordenó el cambio de su cuadrilla de la avenida 6 de Agosto al túnel de El Abra.
La funcionaria llegó al lugar con botas, jeans, camisa y una amoladora. Bajó del vehículo de Semaforización de Obras Públicas.
Declaró que “el trabajo no denigra”; sin embargo, se siente víctima de discriminación y acoso laboral. Sus compañeros dijeron que es extraño ver a una mujer en ese rubro.
Preocupado, su esposo Ariel Franco, contó que su compañera se encuentra “bastante afectada psicológicamente”. Pidió el respeto a sus derechos. La concejal, María Isabel Caero, anunció que solicitará la intervención del Defensor del Pueblo, la Red Contra la Violencia Hacia la Mujer y el Ministerio de Trabajo. El concejal, Edwin Jiménez, pedirá un informe.
Al final la tarde de ayer, la Alcaldía repuso a Escobar en el cargo del área de Fiscalización.

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