"En la instrucción que estaban haciendo (los universitarios), el miércoles, ha habido una precipitación pluvial. Parece que haciendo ejercicios los encontró la lluvia y se han mojado, por eso se habrían presentado algunos resfríos. Y por el ejercicio al día siguiente estaban con makurka”, dijo el rector Choquehuanca ayer, en conferencia de prensa.
El lunes, al menos 83 estudiantes de la carrera de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Indígena Aymara Túpac Katari denunciaron que fueron maltratados física y psicológicamente por miembros de la Naval el 3 y 4 de septiembre.
"Hemos sido masacrados, torturados, pateados; tratados de perros, cerdos, gordas y desnutridos. Nos han jaripeado en plena lluvia. A los que se equivocaban les echaban con un balde de agua fría a medianoche”, denunció el estudiante de décimo semestre, Leonel Quinaya.
Ayer, el rector aseguró que Quinaya "no ha sido partícipe del taller que fue en Chua; el taller no era obligatorio, por eso no ha ido”. Choquehuanca añadió que según el reporte del doctor, Flores Velasco -médico de la universidad- tras la instrucción no se presentaron casos graves.
"Algunos estudiantes presentaban dolores musculares y se les entregó analgésicos porque no se observan lesiones de magnitud. Algunos estudiantes tenían problemas respiratorios -laringitis, amigdalitis-y se les dio antibióticos y analgésicos”, dice el informe del galeno.
El cuadro clínico más agudo fue el de la universitaria Rebeca Quispe Peralta. Ella fue llevada al hospital Holandés de El Alto, pero cuando iba a ser ingresada fue recogida por sus familiares que la llevaron a un centro particular, dijo el rector.
Choquehuanca aseguró que él se reunió con los alumnos y les aconsejó que para evitar las complicaciones acudan a un centro médico. También informó que se reunió con las autoridades de la Naval, quienes "aseguraron que no hubo ningún abuso”.
La Naval da a la "U” "formación cívica”
"Nosotros como universidad tenemos que dar formación integral y para eso está el convenio con la Naval”, dijo ayer el rector de la Universidad Indígena Túpac Katari. El documento fue firmado en 2013 y tiene tres años de vigencia.
"Los estudiantes reciben instrucción porque deben ser capaces de desenvolverse en su vida convencional; y en el campo las familias de las comunidades necesitan atención de primeros auxilios. Lo otro es la formación cívica”, dijo.
Por su parte, el contraalmirante de la Naval y comandante del cuartel de Chua, Waldo Calla, dijo que los universitarios obedecen una instrucción de "orden cerrado”, que incluye desde primeros auxilios, resistencia, hasta combate. "Esto no para que vayan a combate sino que para que tengan conocimiento”, dijo.
El convenio obliga a la universidad a dar 10 cupos anuales a los conscriptos al final de su servicio militar, entre otros puntos.
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