Los sistemas tutoriales inteligentes surgen del campo de la inteligencia artificial, estos sistemas intentan emular la función de un tutor humano en su proceso de enseñanza; para ello, dotan al sistema con ciertas características, que le permiten realizar el proceso pedagógico, de una manera más “inteligente” de la que tradicionalmente se lleva a cabo en los sistemas desarrollados bajo el paradigma de la instrucción asistida por computadora. Según los investigadores Polson y Richarson, en el libro escrito el año 1988 titulado “Fundamentos de los sistemas tutoriales inteligentes”, la arquitectura tradicional que presentan los sistemas tutoriales inteligentes, está integrada por cuatro módulos: Módulo experto o del dominio, el módulo o modelo del estudiante, el módulo de tutoría, y el módulo de comunicación.
Los entornos virtuales colaborativos tienen como precedente el desarrollo alcanzado con los sistemas desarrollados bajo el enfoque del aprendizaje colaborativo soportado por computadora. En dichos sistemas, la orientación se centra en aquello que está siendo comunicado, y en apoyar a los estudiantes para que aprendan juntos. En cuanto al concepto de entorno virtual, puede ser descrito como un espacio conceptual en el que un usuario establece una comunicación o interacción, en condiciones de tiempo y espacio posiblemente distintas, con otros usuarios o su representación, o con elementos propios del entorno. Según Dillenbourg, en el libro publicado el año 1999 titulado “Aprendizaje colaborativo: Enfoques cognitivo y computacional”, los tipos de representación que ofrecen los entornos virtuales para su interacción con el usuario, pueden ser clasificados en: (1) Entornos unidimensionales. Que Utilizan texto, o texto en combinación con algunos símbolos. (2) Entornos bidimensionales. Los cuales utilizan texto complementado con el uso de figuras. (3) Entornos en tres dimensiones. Se les conoce también como entornos de realidad virtual. El propósito de los entornos virtuales colaborativos es promover el aprendizaje entre los estudiantes que habitan el entorno, mediante la creación, facilitación, o enriquecimiento de situaciones, que pudiesen disparar mecanismos de aprendizaje. Dependiendo del tipo de tarea a ejecutar, los entornos virtuales colaborativos pueden ser empleados para el aprendizaje de conceptos, la resolución de problemas, así como para la realización de actividades orientadas a procedimientos.
Por su parte los agentes inteligentes son programas software con características peculiares, que los distinguen de los tradicionales programas de computadora. Para reconocerlos, lo más sencillo sería ofrecer una definición genérica del término. Sin embargo, dada la diversidad de áreas de investigación y desarrollo que los han adoptado, no es posible identificarlos con una definición única, más bien, son particularizados con base en ciertas características. Wooldridge, en el artículo escrito el año 1999 titulado “Agentes inteligentes”, al referirse al concepto de agente, lo describe como algo que se encuentra en un entorno, que toma entradas por medio de sensores en dicho entorno, y que produce como salida acciones que afectan al mismo. En la descripción antes presentada, se puede identificar una primera característica relacionada con el concepto de agente inteligente: el entorno, o mejor dicho, el tipo de entorno sobre el que los sistemas que utilizan el concepto de agente inteligente se desempeñan.
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