El evento, realizado en las instalaciones de la facultad, fue pensado para recordar que sí es posible la diversión sin recurrir, necesariamente, a la tecnología y además sirvió para revalorizar las tradiciones, entre ellas “los juegos de antes”, que requerían de objetos simples y de fácil acceso —como piedras, tiza, cuerdas, papel, hilo u otros— para jugarse.
Un grupo de universitarios dibujó en el suelo una figura formada por varios cuadros, conocida como t’unkuña, y los asistentes fueron invitados a arrojar una piedra a una de las casillas y saltar en el resto sin pisar las rayas hasta completar el recorrido, como son las reglas del tradicional juego.
“La flexibilidad que tiene una niña para saltar y hacer piruetas en torno a un elástico sostenido hizo que el juego de la liga-liga sea motivo de interminables horas de diversión en las escuelas”, recordó la representante del grupo, Patricia Limachi.
Salto con cuerda, voladores, luchadores, además cantos y rondas como Arroz con leche y Lobo-lobo también fueron parte de la exhibición cuya fecha elegida fue el homenaje a la efeméride departamental de La Paz, pues no sólo se trató de juegos, sino también de comidas, danzas, vestimenta e historia, entre otros.
El docente y organizador del evento, Marco Centellas, indicó que otro propósito de la feria fue mostrar las características e historia de La Paz y enseñar, a su vez, la revalorización del derecho como un proceso cultural y social.
“La feria vincula la potencialidad municipal que tenemos desde La Paz. El visitante encuentra la parte jurídica relacionada con la revalorización de las costumbres y tradiciones en los 30 stands instalados”, manifestó Centellas.
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