"Desde pequeños buscamos hacer amigos, experiencia que constituye una fuente de autoestima y eficacia social muy valiosa relacionada con la capacidad de dar y generar confianza, iniciar y mantener relaciones con personas con las cuales compartimos valores y metas. Son ellos quienes nos ayudarán a enfrentar la convivencia en la vida universitaria, incluido los trabajos y responsabilidades académicas", afirmó Dapelola, quien agrega que este período es una oportunidad de desarrollo y desafío personal, donde los jóvenes se enfrentan a un contexto distinto que está relacionado con una mayor autonomía personal.
No solo los profesores y los nuevos amigos son vitales en esta etapa, el apoyo de la familia es muy importante. "En esta etapa es necesario que la familia respete y apoye las decisiones del estudiante, además de facilitar un ambiente apropiado para que este aprenda", concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario