martes, 17 de julio de 2018

UPB rinde homenaje a “Stephan Schmidheiny” y le pone su nombre al edificio de postgrado

En honor a un hombre extranjero, cuya labor y desprendimiento incidió en que el campus de la Universidad Privada Boliviana (UPB) de Cochabamba se haga realidad, la entidad de educación superior le puso el nombre de “Stephan Schmidheiny” a su nuevo edificio de postgrado y de “AVINA” –denominativo de la fundación que él mismo creó- a la infraestructura de sus laboratorios.

El acontecimiento se dio en medio de un solemne acto organizado por la UPB, con la presencia de su rector, Manuel Olave, su vicerrector, Alberto Sanjinés; el directorio de la Universidad, docentes de la casa de estudios superiores y empresarios invitados al evento histórico de la institución.

Stephan Schmidheiny, empresario y filántropo suizo, fundó una organización sin fines de lucro en 1984, Fundes, con el fin de impulsar el desarrollo de pequeñas empresas competitivas y sostenibles en América Latina y así contribuir a la creación de empleo y desarrollo en la región. En 1994 fundó AVINA, una fundación que tiene el objetivo de fortalecer las iniciativas de líderes sociales y empresariales que buscan formas de desarrollo en esta misma región.

“A fin de continuar con su obra, más allá de su vida, el empresario suizo donó todas sus acciones –asegurando la continuidad de su legado– al fideicomiso VIVA Trust. Gracias a él la fundación AVINA donó más de un millón de dólares para el desarrollo de la infraestructura del campus de la UPB de Cochabamba”, explicó Olave.

Del evento participó el presidente de VIVA Trust y de la Fundación Latinoamericana Posible, Roberto Artavia, quien se encargó del corte de cinta de ambos edificios, junto a Javier García, investigador senior del Centro Latinoamericano para la Competitividad y Desarrollo sostenible del INCAE Business School.

“Tanto Stephan Schmidhainy como la fundación AVINA se comprometieron con la UPB porque estaban convencidos que la universidad podría hacer un aporte real al desarrollo sostenible del país, formando a sus estudiantes con valores éticos que les motivaran a liderar emprendimientos productivos para contribuir al desarrollo del país bajo fundamentos claros de sostenibilidad económica, social y ambiental”, sostuvo la principal autoridad de la universidad.

Infraestructuras

El moderno edificio de postgrado de la UPB, combina hormigón armado, aluminio, vidrio laminado y templado, con una fosa central que atraviesa el edificio y una pirámide de vidrio que es una réplica a escala de la pirámide de Keops de Egipto. Cuenta con 13 aulas grandes, 8 pequeñas aulas de estudio, un auditorio para 140 personas y 32 oficinas.

Se trata de una construcción inteligente y amigable con el medio ambiente porque cuenta con un circuito de cámaras cerrado, iluminación LED y un sistema fotovoltaico de energía solar, monitorizado vía internet, que permite el ahorro de luz. En él se imparten programas de Doctorado, Maestrías y Diplomados, cuenta con todas las comodidades tecnológicas para alumnos y docentes, como proyectores interactivos, laboratorios computacionales y de finanzas.

Por otro lado, el edificio de laboratorios del campus es el espacio de formación práctica de la facultad de ingeniarías, donde se albergan más de 20 laboratorios para distintas áreas como electrónica, telecomunicaciones, informática, civil, física, química básica y química fina, bioarquitectura y otras. Estos fueron equipados con una inversión de más de 3 millones de dólares y permiten realizar prácticas para el aprendizaje en pregrado y postgrado.

También cuenta con laboratorios de simulación en geología e Ingeniería Petrolera, dos laboratorios de producción transmedia, uno para la formación de estudiantes y el otro para producir recursos audiovisuales didácticos. En un mismo horario, el edificio puede albergar hasta 400 estudiantes.

“El Edificio de Laboratorios tiene un valor simbólico muy importante para la UPB, es el edificio donde nuestros estudiantes se capacitan para transformar la realidad tangible y dan vida a propuestas productivas innovadoras en proyectos de investigación. Se le puso el nombre de AVINA porque esta la Fundación donó para su construcción y parte de los equipos”, enfatizó Alberto Sanjinés, vicerrector de la UPB en Cochabamba.



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