lunes, 29 de agosto de 2016

La UMSS requiere definir perfil del bachiller que necesita en sus aulas

La Universidad Mayor de San Simón (UMSS) no ha definido hasta ahora un perfil de ingreso para el bachiller que quiere estudiar en esta casa superior de estudios. “Ese es el gran problema que tenemos”, aseguró el responsable de la Dirección de Planificación Académica (DPA), Alan Jacobs.

Un primer paso para acortar la brecha que existe entre el colegio y la universidad es “definir qué bachiller quiere San Simón y con qué capacidades o competencias debe llegar”.

Señaló que una queja recurrente de los docentes de la UMSS es que los bachilleres que ingresan a esta institución educativa tienen falencias académicas serias.

Y para subsanar estas falencias, el primer paso será definir el perfil del estudiante que espera San Simón. Este alumno deberá tener básicamente dos competencias: en comunicación y en matemáticas.

Jacobs mencionó que en otros países, como Chile y Brasil, se toman exámenes de competencia a los bachilleres, a quienes se va seleccionando para determinadas áreas, de acuerdo con sus aptitudes, “pero en Bolivia no sucede eso”.

Dijo que lamentablemente muchos de los estudiantes que postulan para acceder a la universidad no saben leer ni escribir.

Si se define el perfil para el bachiller -afirmó-, los colegios podrán preparar en ese sentido a sus estudiantes, de modo que su ingreso a la universidad se facilite y su permanencia durante la carrera también.

Para ser ingeniero, por ejemplo, el alumno requiere de ciertas competencias y dominar materias como matemáticas.

Algunos colegios, tal es el caso del San Agustín, trabajan en ese sentido, en la enseñanza de la matemática, con buenos resultados, apuntó Jacobs.

Por su parte, el coordinador del área académica de la DPA, Nilo Ramos, complementó que para cerrar esta brecha que hay entre el colegio y la universidad se debe atender las ciencias básicas.

En su criterio, la universidad debería establecer convenios con la Dirección Departamental de Educación para mejorar el nivel académico en los colegios.

El secretario ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL), Wilmer Mejía, puntualizó que la brecha académica que existe entre el colegio y la universidad se nota más en los estudiantes que llegan desde los colegios de las provincias.

Esto se debe -según el dirigente- a que los colegios no están preparando a sus estudiantes en las materias básicas.

El representante de la FUL mencionó que los colegios deberían empezar a formar a sus alumnos en áreas específicas, especialmente en los últimos años. Por ejemplo, en matemáticas para ingenierías y en biología para Medicina.

Asimismo, Mejía señaló que debería haber más orientación en los colegios, de modo que los estudiantes sepan qué carrera elegir y prepararse.

No obstante, el dirigente universitario piensa que el éxito de un estudiante en la universidad depende de su propio esfuerzo.

COMPETENCIAS

Jacobs considera que el bachiller debe dominar las competencias matemáticas y las comunicacionales. Las primeras son importantes porque le permiten forjar el pensamiento lógico abstracto.

Las competencias comunicacionales le permiten al estudiante desenvolverse bien en el aula, comunicarse en forma fluida con sus compañeros y tener un buen trato con el docente.

EXÁMENES DE INGRESO

Los cursos preparatorios que implementa la UMSS cada año para los postulantes que desean ingresar a estudiar no sirven para subsanar las deficiencias con las que llegan del colegio.

Jacobs mencionó que durante tres meses los postulantes cursan materias básicas, a ritmo forzado, y quienes han recibido mejor preparación en sus colegios o los que tienen más retención memorística son los que logran aprobar.

Ramos, a su turno, apuntó que el curso que dura tres meses trata de resolver el problema de la brecha entre el colegio y la universidad.

LÍMITES

El coordinador del área académica de la DPA afirmó que es hora de regular el tiempo de permanencia de los alumnos en la universidad, pero cuando se hacen propuestas en este sentido, los estudiantes protestan.

En la universidad tampoco hay un límite en el número de aplazos que puede tener un estudiante.

Estos dos temas -afirmó- deberían ser definidos en un Congreso Universitario.

Una propuesta última fue que el plazo máximo de permanencia de un universitario sea el doble de lo que dura su carrera, pero fue rechazada.

Ramos señaló que hay estudiantes que están matriculados en la universidad por 15 o más años porque tienen beneficios como el seguro de salud y el comedor universitario.

Jacobs, por su parte, aseguró que muchos de los estudiantes que ingresan a la UMSS (no dio un número preciso) lo hacen solo por contar con un seguro de salud “sin importar su rendimiento o si estudian o no”.

ALUMNOS NUEVOS

Según los registros de la UMSS, el año 2014 ingresaron 13.410 alumnos nuevos y Jacobs calculó que esta gestión el número subió a por lo menos 15 mil.

¿Qué porcentaje de estudiantes aprueba el primer año?

Jacobs señaló que por el momento la DPA no cuenta con esta información, pero ya pidió al personal de esta dirección trabajar para obtener estos datos.

El dato que sí tienen en la UMSS es que cada año egresa un promedio de 4.000 universitarios, es decir, aproximadamente el 26 por ciento de los que inician el primer año.

Actualmente, la UMSS tiene unos 70 mil estudiantes matriculados en todas sus facultades.

Reglas deben ser más estrictas

La universidad debe tener abiertas sus puertas en forma irrestricta para todos los estudiantes, pero una vez adentro aplicar reglas más estrictas, afirmó el exsecretario ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL) Samuel Orihuela.

El exdirigente, de corte trotskista plantea que como máximo un estudiante debería permanecer el doble de lo que dura su carrera y tener tres aplazos en una misma materia.

Si un estudiante excede estos tres aplazos deberá dejar la universidad, porque, caso contrario, “la universidad estaría formando profesionales mediocres”.

Estas propuestas deberían ser analizadas en cada facultad, de acuerdo con sus características, en los consejos facultativos.

Orihuela advirtió que no se puede cerrar los ojos ante la realidad, que existe todavía una gran brecha entre el colegio y la universidad, debido a que el nivel en la secundaria no responde a los desafíos de la educación superior.

“Creemos que hay una falencia en el sistema educativo desde la primaria, y más aún en secundaria. Nos encontramos en la universidad con un mundo diferente”, puntualizó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario