“Estoy muy contento. Aprender es divertido a cualquier edad”, explica Hirata en un artículo de ayer domingo en la edición digital del diario Yomiuri.
Hirata, residente en Takamatsu, en el este de Japón, recibió el pasado marzo su título de licenciado en arte y diseño por parte de la Universidad de Kioto, con lo cual se convirtió en el graduado más viejo del mundo.
El hombre, que tardó 11 años en obtener la licenciatura, cursó los estudios por correspondencia, los cuales decidió comenzar a los 85 años motivado por su afición a la alfarería tradicional japonesa.
Nacido en Hiroshima el 1 de septiembre de 1919, Hirata estuvo en la marina japonesa durante la II Guerra Mundial y tras el fin de la contienda trabajó en un hospital de Takamatsu como celador hasta su jubilación, en la década de los ochenta.
“Mi siguiente objetivo es vivir hasta los 100 años. Si para entonces aún estoy en buena forma, me plantearé enrolarme en estudios de posgrado”, contó Hirata, que tiene dos hijos, cinco nietos y cuatro bisnietos.
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