lunes, 6 de junio de 2016

Docentes hablan portugués para allanar comunicación con alumnos

Para mejorar la comunicación con sus estudiantes brasileños, la mayor parte de los docentes de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) habla el idioma portugués.

La vicerrectora regional, María Isabel Rojas Maldonado, mencionó que para facilitar la estadía de estos estudiantes, especialmente de los que están en los primeros semestres, Unifranz tiene el centro de idiomas, en el que se enseña español, inglés y portugués.

Una de las primeras estudiantes que se benefició con este centro de idiomas fue Joycimeire, hace seis años, cuando comenzó a estudiar medicina.

Su sueño, desde niña, era estudiar medicina y para hacerlo realidad decidió viajar a Bolivia e ingresó a Unifranz, hace seis años. Joycimeire tiene 25 años, nació en el estado de Bahía (Brasil) y culminará su carrera, en 25 días.

Esta joven brasileña tiene dos hermanas en la misma universidad, Larissa, de 20 años, y Janaina, de 18. Ambas decidieron seguir sus pasos.

Janaina está en el tercer semestre de su carrera y Larissa, en el séptimo.

Joycimeire realizó su año de provincia en la localidad de San Benito (Valle Alto), donde tuvo que aprender a hablar algunas palabras en quechua para atender a sus pacientes, porque la mayor parte de ellos se expresaba en esta lengua.

Una sonrisa se dibuja en el rostro de Joycimeire cuando habla de su ahijada, de cinco meses, a la que hará bautizar pronto, con su mismo nombre. La familia de la bebé es de San Benito, donde ella atendió varios partos.

La segunda de las hermanas, Larissa, se animó a estudiar medicina para seguir el ejemplo de la mayor y porque sus padres la motivaron a que siga esta carrera. Ahora baraja tres opciones para especializarse: neurocirugía, psiquiatría y oncología.

La menor de las hermanas decidió especializarse en cirugía cardiovascular.

QUERU QUERU, SU HOGAR

Desde que llegó a Cochabamba, Joycimeire consiguió una casa en la zona de Queru Queru, donde vive hasta ahora. La dueña de la vivienda es tan bondadosa, que ella la considera como una abuela.

Las tres hermanas son católicas, creyentes de Dios, y asisten al templo de La Recoleta "porque la misa es muy buena".

Ellas preparan sus propios alimentos porque no les gusta ir a comer a los restaurantes.

Joycimeire destacó que su padre está siempre presente en sus vidas. Llega cada seis meses y se queda por lo menos dos para acompañarlas. Su madre visitó por primera vez Cochabamba este año y quedó encantada con la ciudad.

DE MINAS GERAIS

Viviano Matías Campos, de 28 años, no podía pagar sus estudios en una universidad privada en Brasil, por lo que decidió viajar a Bolivia para estudiar.

Previamente, él había rendido un examen para optar a un cupo en la universidad pública de Brasil, pero le faltaron un par de puntos para aprobar.

Viviano señaló que para estudiar medicina en Brasil se debe aprobar un difícil examen. Para 50 cupos hay cinco mil postulantes.

Las universidades privadas cobran mensualidades que oscilan entre 1.300 y 2.200 dólares, mientras que en Bolivia está entre 250 y 400 dólares.

Se animó a estudiar en Bolivia porque una de sus amigas le aseguró que la calidad académica de sus universidades es buena.

CENTRO DE IDIOMAS

Medicina es la más requerida por los estudiantes extranjeros y tiene en su currícula oficial la asignatura de idiomas, que permite a los brasileños aprender español e inglés como segundas lenguas.

La vicerrectora de Unifranz, María Isabel Rojas Maldonado, puntualizó que la comunicación con los estudiantes brasileños se facilita por la similitud que existe entre el español y el portugués.

La página web de Unifranz está redactada en tres idiomas: Español, portugués e inglés.

Unifranz tiene aproximadamente 630 estudiantes brasileños, la mayor parte (el 98 por ciento ) en medicina, su carrera estrella.

Esta casa superior de estudios tiene aproximadamente 2.000 estudiantes en sus facultades.

APORTE

La comunidad de brasileños, al margen del aporte económico que significa para Unifranz, ha permitido a esta universidad generar interculturalidad entre sus alumnos.

Rojas destacó que la presencia de la comunidad brasileña les permite revalorizar la propia cultura, porque en Unifranz se fomentan las danzas de ambos países, lo que permite generar una simbiosis entre los estudiantes.

Otro beneficio de la llegada de los estudiantes brasileños a Unifranz -afirmó Rojas- es que los alumnos bolivianos pueden acceder a convenios internacionales.

“Si bien nosotros recibimos a estudiantes extranjeros en nuestra sede de Cochabamba, los bolivianos pueden ir a más de 18 países para tener clases con el programa de internacionalización”.

CON LA COMUNIDAD

Rojas manifestó que Unifranz inculca en sus estudiantes la vocación de servicio a la comunidad

Además de los valores éticos y morales que se infunden, como base fundamental de la carrera, se organizan ferias de servicios a la comunidad, en el primer semestre de cada año.

En esta feria de servicios médicos gratuitos, organizada por los estudiantes de la facultad de Ciencias de la Salud, los alumnos atienden a la población. Controlan la talla y peso de los niños y su proceso nutricional.

En el caso de los adultos mayores se observa también su proceso nutricional y se realizan análisis clínicos para determinar si tienen diabetes o chagas. Se cuenta también con el servicio de oftalmología para prevenir problemas en los ojos. Unifranz busca, con esta feria, que los estudiantes se pongan al servicio de la comunidad y generen más empatía con los pacientes y desarrollen su vocación de servicio como profesionales.

HOMOLOGACIÓN

Respecto a los títulos, Rojas manifestó que para homologar los títulos en Brasil, los estudiantes brasileños deben rendir un examen de reválida.

Y para cumplir con ese procedimiento, la Unifranz les entrega todas las certificaciones que ellos requieren.


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