sábado, 8 de noviembre de 2014

RepRap una impresora 3D que se replica a sí misma

El RepRap ya está en Bolivia. La impresora 3D que puede replicarse a sí misma fue hecha en Cochabamba por dos ingenieros electrónicos de la Universidad Mayor de San Simón que utilizan este instrumento para hacer piezas que les solicitaban en sus trabajos.
Jorge Flores Vásquez y Miguel Llanos son los dos ingenieros que quieren impulsar el uso del RepRap en Bolivia para que otras personas también puedan hacer sus propias piezas.
Flores cuenta que desde el año 2005 investigó acerca del RepRap porque es una de las pocas máquinas que tiene licencia libre. Junto a su compañero fueron adquiriendo las piezas de la impresora y poco a poco la armaron. Hoy en día están listos para replicar otro equipo con las mismas características, ya que la máquina puede imprimir las piezas.
Según los usuarios de esta impresora el montaje del equipo les costó aproximadamente unos 700 dólares pero para ahorrar recursos ellos fueron utilizando piezas recicladas de otras máquinas como fotocopiadoras.
“Nosotros a un principio queríamos tenerla para nuestro uso particular y luego vimos que había otras personas que estaban interesadas en aprovechar la tecnología de la impresora”, dijo.
Al principio los jóvenes realizaron trabajos como carcasas para circuítos, las propias piezas para la máquina, pero a pedido tiene la capacidad de fábricar férulas, prótesis, piezas decorativas, entre otros

Llanos explicó que se pueden elaborar repuestos que antes tenían que ser importados para autos y piezas para máquinas de algunas fábricas que también sean de plástico.
Sin embargo, existen otros materiales como la madera, chocolate y gelatina con las cuales también se pueden fabricar algunas piezas. Todo depende de la exigencia del cliente, aunque existen limitaciones en cuanto a las dimensiones

Para más imformación acerca de los trabajos en la impresora 3D el contacto es la página de facebook con el nombre RepRap Bolivia.

La innovación está de la mano de la creatividad
Marcelo Durán | Consultor en Comunicación y Tecnología en Bithumano. @bithumano
Desde hace un tiempo atrás que las impresoras 3D se han instalado en las conversaciones y noticias tecnológicas del día a día.
Empresas locales como Sawers o RepRap vinieron a probar que la innovación está de la mano de la creatividad y un buen enfoque de negocios.
En ese sentido se destaca el rol académico dado que dichos emprendimientos surgieron dentro de universidades locales

Recuerdo una entrevista con la gente de Sawers, quienes me regalaron una pequeña ciudad, (por supuesto en 3D) del tamaño de una mano, y que, mientras conversábamos, la impresora funcionaba haciendo el modelado del diseño enviado. ¿Qué sucedió después? Mi familia tiene un negocio de pastelería personalizada y artesanal llamado Manos de Azúcar y se nos ocurrió mandar a hacer algunos moldes especiales en esta impresora 3D, y los resultados fueron bastante interesantes.
A partir de eso, pensamos en las posibilidades, aunque aún no factibles por el tipo de material sobre el que se moldea, de poder hacer fotografías 3D de personas en chocolate por ejemplo.
Y aquí es donde nos encontramos actualmente, resolviendo el tremendo desafío a la imaginación de encontrar utilidades interesantes a la impresión 3D.
Aquí algunas en orden aleatorio: piezas dentales a medida, prótesis o moldes de prótesis, juegos tipo Lego donde se pueden ir armando rompecabezas, y una de mis favoritas: fotos 3D

Ingrese a www.youtube.com y busque “omote 3D”. Encontrará un video de cómo en Japón, una empresa hace pequeñas estatuas de sus seres queridos a partir de un escaneo previo. Luego del respectivo render, se procede a la impresión 3D y en poco tiempo, tiene una pequeña estatua de 15 cms de sus hijos, o de su pareja

Y así como sigue, podría imprimir comida eventualmente.
COMIDA Busque “3D print food” y vea que realmente estamos cerca de tener una impresora en casa y poder armar el menú del día, y de imprimir los platos, las cucharas, los vasos en caso de que falten

En situaciones más grandes, la impresión 3D ya está siendo imaginada para poder hacer casas prefabricadas o de poder hacer el “vaciado” de edificios de sendas dimensiones. Y también estructuras de autos. Qué tal tener un accidente y usted mismo imprime la puerta o el capot que necesita. O mejor imprimir una bicicleta, juguetes para Navidad, la guitarra que siempre quiso, adornos, jarrones o portarretratos que hacen falta en casa

Pero también, es verdad que voces alarmistas ya han hablado de la posibilidad de imprimir balas o armas a partir de un posible caso de homicidio con una pistola presuntamente hecha en una impresora 3D.
Cabe destacar que la tecnología es neutra por antonomasia y que, el uso viene de la parte humana y sus correspondientes objetivos. Es por ello que este ejercicio de imaginación para el uso de la impresión 3D es prácticamente infinito y que las posibilidades estarán siempre en la medida de nuestras necesidades.
La lista suma y sigue: imprimir carcazas de teléfonos, lentes, ropa a medida, plantillas de zapatos, bases para lámparas, utensilios desechables de laboratorio médico u odontológico, ese repuesto del auto que tarda en llegar desde fuera, la tecla de la computadora que perdió, modelos a escala… ¿qué haría usted con una impresora 3D?


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