sábado, 23 de agosto de 2014

UTO fabricó fertilizante que ayuda a recuperar y conservar los suelos


Miembros del Centro de Investigación de la Quinua de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), lograron fabricar un fertilizante hecho a base de turba, que contribuye a la recuperación de suelos degradados por la actividad agrícola y a la conservación de los mismos.

El docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias de la UTO, Gunnar Guzmán Vega manifestó que a través de un proyecto de investigación se logró fabricar un fertilizante en base a turba que se encuentra en la población de Achooco del municipio de Salinas de Garzi Mendoza.

Explicó que este proyecto de investigación que se encuentra en la etapa final, se inició el pasado año con el propósito de brindar alguna solución a la problemática que tiene el cultivo de quinua que hace que se pierda la fertilidad del suelo.

Mencionó que primeramente se caracterizó el banco de turba que se encuentra en el sector de Achooco, para verificar de dónde viene esta materia orgánica, cuánto tiempo tardó en descomponerse y qué plantas se descomponen en este banco de turba, seguidamente se sacó un extracto de ácidos húmicos y fúlvicos que son el principal componente del fertilizante, puesto que estos ácidos mejoran la productividad del cultivo, mejoran la asimilación de macro y micro nutrientes en el suelo y favorecen al intercambio catiónico e incrementan el número de colonias que existen en el suelo.

Sostuvo que además de contribuir a la recuperación de los suelos y conservación, con este fertilizante se intenta rebajar los costos de producción, puesto que actualmente existen fertilizantes con el mismo extracto húmico que contiene la turba, los cuales son traídos desde otros países y se procesan en Santa Cruz para luego comercializar a un costo de 60 a 80 bolivianos el litro, de acuerdo a la época.

Aseveró que en cambio el costo de producción del fertilizante que fabrica la UTO es de 16 bolivianos el litro, lo cual reduce la inversión que realizan los productores de quinua, puesto que un alto porcentaje utiliza este extracto húmico tres veces en el proceso productivo, al momento de la siembra, cuando tiene cinco hojas y en la floración, por tanto requieren de aproximadamente 60 litros por hectárea en todo el periodo.

Indicó que la investigación se encuentra en la etapa final y se espera la certificación de la concentración que tienen estos húmicos que realizará el laboratorio de Espectrolab, para luego proceder a la comercialización

Por su parte Víctor Paco, quien forma parte de esta investigación explicó sobre los microorganismos y características que tiene la turba, que hace que se pueda recuperar y conservar los suelos de forma óptima.

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