Los famosos mapas conceptuales, esos odiosos rectángulos que algunos docentes exigen elaborar a sus alumnos para que entiendan mejor el tema explicado. Pero, ¿realmente influyen en la formación académica? La respuesta es: sí y algunos especialistas nos responden por qué.
Facilitan el tema. Gustavo Arce, psicopedagogo, explicó que como si fuera un mapa hidrográfico o político de un país, "un mapa conceptual muestra una rápida visualización del contenido del aprendizaje", apuntó.
Organiza. En una clase se pueden dar más de una decena de conceptos, con sus respectivas definiciones. "A través del mapa conceptual se organizan todos los conceptos, poniendo al tema principal en su lugar y los subtemas como corresponden, así el estudiantes no los confunde", sostuvo Arce, añadiendo que esto también les ayuda a recordar los conceptos.
Palabras claves. Las palabras o conceptos claves en un tema son esenciales, para su comprensión. "Los mapas conceptuales, tienen la función de conceptualizar estas 'palabras' para comprender de qué se tratan y por qué es importante aprenderlas", remarcó la psicóloga Esther Ferrufino.
Una herramienta. Hay que aclarar que un mapa conceptual puede ser utilizado en diferentes materias, no solo en las ciencias sociales o naturales. "Asignaturas como estadística, física, contabilidad o microeconomía también pueden aplicar un mapa conceptual para comprender mejor la relación numérica", sostuvo Ferrufino.
Instrumento de evaluación. Donde el mismo estudiante pueda medir su capacidad de análisis, síntesis y relación de subtemas de un mismo tema.
Orden del discurso. Según Arce, los mapas también ayudan a organizar ideas previas a un discurso. "Con el tema claro en la mente, hablar es fácil", dijo.
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