martes, 29 de enero de 2013

Estudiar no tiene edad

EN COCHABAMBA | JUBILADOS Y PERSONAS DE LA TERCERA EDAD TIENEN LA OPORTUNIDAD DE ASISTIR A UNI-3, LA UNIVERSIDAD PIONERA PARA ESTE SEGMENTO.

Ya quedó atrás el tiempo en que las personas de la tercera edad o los jubilados eran sinónimo de pasar tiempo sin hacer nada, postrados en su casa frente a un televisor o sintiéndose como una carga. En la actualidad muchos adultos mayores aprovechan su tiempo libre navegando en Internet o lo que es mejor aún asistiendo a universidades que han sido creadas para este sector.

Asistir a una universidad para la tercera edad no sólo puede ser una forma de cumplir un sueño para quienes no pudieron estudiar de jóvenes, sino que sobre todo, es una manera de mantenerse activo fisca, intelectual y emocionalmente.

En Cochabamba UNI-3, que fue fundada hace casi 25 años, es un excelente ejemplo de ello. Se trata de la universidad pionera en nuestro país y con la que se han obtenido grandes logros.

“Una amiga me comentó y me invitó a ir a UNI-3. Fue así que me animé y me fui acomodando a una serie de actividades, ya que antes sólo me dedicaba a la lectura o a ver televisión y salía muy poco de mi casa. En UNI-3 hacemos muchas actividades como ejercicios, teatro, meditación y salimos de viaje”, cuenta Jorge Carrasco, jubilado de la UMSS desde hace 15 años y que ahora se siente activo en todo sentido.

Sin duda, es una opción fenomenal, ya que con la edad a muchos les llega la depresión.

“Los problemas comienzan antes del inicio de la tercera edad, por ejemplo en la mujer los problemas psicológicos comienzan en la etapa de la menopausia porque hay una deficiencia significativa de la hormona femenina que a partir de esta etapa sólo se produce en pequeñas cantidades y no llega suplir del todo las necesidades, dando lugar a complicaciones en la salud y en lo emocional y psicológico”, dice la psicóloga Gabriela Rodríguez.

En los hombres, según explica la especialista, los problemas también aparecen antes de la andropausia; situación que se agudiza cuando llega la jubilación porque de pronto el sujeto deja de ser “aparentemente” útil para la sociedad.

“En la mayoría de los casos las personas de la tercera edad se sienten que no valen, por lo que contar con una universidad para ellos es fundamental porque es la manera en que recuperan valor no sólo desde el punto de vista psicológico sino que los ejercicios físicos y mentales son primordiales para la recuperación psíquica y mantenerse activos”, dice Rodríguez.

MÁS QUE EJERCICIOS

En UNI-3 el Taller de Memoria Gimnasia Mental, dictado por Isabel Ríos, especializada en terapias alternativas, es uno de los más importantes. Los cambios en las personas que comienzan a realizar estos ejercicios se dan de forma increíble porque se oxigena el cerebro y ayudan al sistema circulatorio, a la musculatura y por sobre todo a prevenir las enfermedades degenerativas como el Alzheimer y otras más graves, pero deben ser realizados de manera constante.

“En la actualidad se sabe con certeza que este tipo de ejercicios estimula y pone en actividad a las células madres que están situadas en el hipocampo. Éstas células tienen una característica extraordinaria y es que el cerebro es activado y se forman nuevos surcos, nuevas conexiones.

Antes se creía que las neuronas una vez que morían no se regeneraban”, asegura la psicóloga.

Además de la importancia de los ejercicios y actividades que se realizan, uno de los grandes beneficios que ofrecen este tipo de universidades es que se consolida como un espacio de interacción en el que el adulto mayor sobre lleva de una mejor forma la pérdida de un ser querido.

“Sin duda alguna hemos visto que ayuda mucho en la etapa del duelo. Hay una aceleración y una salida más rápida a esta dura y triste etapa”, dice Rodríguez.

UNI-3, PIONERA

“Esta Universidad fue fundada en junio de 1989 por la Sra. Nelly Martínez de Jiménez, fue la primera en Bolivia y pertenece a la RUA Red Interamericana de Universidades Abiertas.

“Es una universidad abierta de educación no formal y permanente. Para ingresar no se exige ningún requisito previo y los estudiantes sólo deben pagar una cuota única anual de Bs 150 que en realidad sirve para comprar materiales. No se hace discriminación de ningún tipo”, dice Estela Mercado Maldonado, directora de UNI-3.

Los rangos actuales de sus estudiantes oscila entre los 50 hasta los 95 años. Los talleres y conferencias se realizan en la Asociación de Jubilados de Comercio, institución que ha cedido un espacio a UNI-3. (Calle Mayor Rocha entre Junín y Hamiraya). Los sábados se imparte el taller de ballet folclórico en el colegio Santa Ana (calle Sucre y Lanza). Las inscripciones para esta gestión ya están abiertas.

Esta institución no recibe ningún apoyo económico, pero las conferencias se hacen realidad gracias a que profesionales destacados del medio dan su tiempo gratuitamente. Los especialistas que dictan los talleres reciben una remuneración mínima.

UNI-3 ofrece también talleres de teatro, canto coral, yoga, manualidades, computación, pintura y dibujo. Ejercicios osteomusculares y gimnasia para la tercera son algunos de los cursos que ahí se ofrecen.

“No se requiere asistencia permanente de lo que se trata es que tengan una actividad y cada uno elige los talleres de acuerdo a su tiempo y a su inclinación”, asegura la directora.

Por su parte, Carmiña Crespo, psicopedagoga de UNI-3 asegura que en este aspecto la universidad desde su fundación ha sido muy bien llevada.

“Recién llevo unos meses en la Universidad y realmente he podido observar que los estudiantes se sienten motivados con los talleres y además aprenden a ser más autónomas y hasta a alimentarse adecuadamente”, dice.

Este tipo de universidades son un gran aporte para la sociedad, consagrándose en un espacio para que el adulto mayor se sienta útil y descubra habilidades, amén de los grandes beneficios psicológicos, emocionales y para la salud en general.



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