domingo, 8 de julio de 2012

Un profesional titulado en una carrera acreditada tiene facilidades para trabajar en cualquier otro país del Mercosur

La acreditación al Mercosur es el reto que se han impuesto las universidades bolivianas, públicas y privadas, para garantizar la calidad académica de los futuros profesionales. Son 63 las carreras certificadas por este bloque regional que brinda numerosos beneficios a los estudiantes, docentes y a la misma institución.

Múltiples beneficios. Las carreras acreditadas ofrecen beneficios a los estudiantes, a los profesionales que culminan sus estudios, a los docentes e incluso a la institución académica.

Los “titulados Mercosur”, tienen facilidades para obtener su licencia de trabajo y ejercer como profesionales en cualquier país que forme parte de este bloque. "Están al mismo nivel que cualquier otro titulado de la región, por lo tanto, también pueden ejercer su profesión en los países del Mercosur", indicó Antonio Carvalho, rector de la Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz (Utepsa).

Los docentes; asimismo, se benefician con un programa de intercambio, que les permite durante un período determinado, impartir docencia en cualquier otra universidad acreditada. "Los docentes también son evaluados y una vez que la carrera está acreditada pueden enseñar en cualquier país Mercosur", destacó Eun shil Chung, rector de la Universidad Evangélica Bolivia (UEB).
A esto se suma el prestigio que logra la institución al lograr una acreditación internacionalmente que avala su calidad académica.

Proceso complejo. Acreditar una carrera al Mercosur requiere de un proceso que en algunos casos puede demorar años y en el que están implicados los estudiantes, docentes, administrativos y autoridades universitarias.

Uno de los primeros aspectos que se toma en cuenta para iniciar el proceso es la parte legal. Toda institución debe cumplir todas las leyes para su funcionamiento, pero además, los planes de estudio deben estar debidamente aprobados por el Ministerio de Educación y contar con toda una estructura debidamente conformada.

El segundo punto tiene que ver con el tiempo de estudio. En el caso de las ingenierías se requieren como mínimo 3.500 horas para garantizar un buen proceso educativo. "En el caso de la Utepsa, nuestras dos carreras acreditadas tienen 4.300 horas de formación", explicó Carvalho.

Pero esto no es todo. Se evalúa también el pensum académico.

La infraestructura es esencial. Muchas casas de estudio tuvieron que realizar importantes inversiones en laboratorios y bibliotecas. "Hemos invertido cerca de dos millones de dólares en la biblioteca y el hospital veterinario que es de tercer nivel y el segundo en su tipo en Sudamérica", explicó Rolando López, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

Mejoración constante. La acreditación de una carrera dura seis años, una vez transcurrido ese tiempo, la instancia correspondiente vuelve a realizar una evaluación de la licenciatura que permitirá definir si el aval del Mercosur continúa vigente por otros seis años. "Este proceso cambia la mentalidad de todos quienes conforman la institución. Ahora el concepto que tienen todos los actores de la universidad es el de la mejor constante para continuar acreditados por otro período", manifestó Carvalho.

El mismo concepto es el que manejan tanto la UEB como la facultad de Veterinaria de la UAGRM. "Es más difícil mantenerse con la acreditación, por ello mejorar se convierte en una necesidad. Nos permitirá lograr la reacreditación", explicó López.

"Desde el momento en que nos llegó la evaluación sobre la acreditación comenzamos a trabajar sobre los aspectos que nos aconsejaron mejorar", destacó shil Chung.

UAGRM

Hospital veterinario entre los mejores

Entre las inversiones realizadas por la estatal cruceña está la implementación del Hospital Veterinario de tercer nivel que por sus características está catalogado entre los mejores de Sudamérica.

La infraestructura con la que cuenta este nosocomio animal permite la atención tanto de animales domésticos como de los silvestres.

Los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) financiaron con más de un millón de dólares la construcción de este importante centro que se encuentra en los predios de la Ciudad Universitaria, en el sector de veterinaria.

En este hospital se pueden atender desde consultas simples hasta emergencias. Cuenta con un laboratorio clínico, otro de cirugía, rayos X, ecografía, endoscopía y también está el quirófano.

En el país, es el único en su tipo. "Hemos demorado cerca de dos años en concretar esta obra que es muy útil para los estudiantes", destacó Emilio Arce, director del centro.

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