Andrea Yapoca no pudo disimular la emoción cuando recibió ayer las llaves de su nueva casa. Ella y sus cuatro hijos dejaron atrás la precaria choza de adobe con techo de lata y piso de tierra en la que vivían hacinados y sin ninguna condición de salubridad.
La nueva casa forma parte del Programa Comunitario de Vivienda Germinal, ejecutado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA).
Andrea tiene 37 años y pertenece a un grupo de guaraníes asentados en el barrio Paraíso, zona de Normandía.
Doña Catalina, una anciana guaraní, madre de Andrea, agradeció a Dios y a los estudiantes de la facultad de Arquitectura por haber dado una casa a su hija, que se gana la vida realizando servicio de limpieza y lavando ropa.
Los hijos de Andrea, Josué, Lisandro, Édgar y Paola, también se mostraron contentos y esperaban trasladar su ropa y sus camas a la nueva casa lo más pronto posible.
Los estudiantes de la UPSA Natalia Téllez y Andrés Yáñez, que forman parte del equipo de jóvenes que trabajó en la construcción de la vivienda, manifestaron su alegría por haber contribuido a mejorar la vida de esta familia.
Téllez y Yáñez realizaron su trabajo de pasantía social y desde enero comenzaron a buscar auspiciadores para lograr reunir el material de construcción necesario para la edificación. La obra llegó a costar $us 3.500. Consta de un dormitorio, una cocina, un baño y un corredor.
También explicaron que con este trabajo pudieron conciliar la teoría y la práctica. La coordinación del programa está a cargo del arquitecto Virgilio Suárez, que explicó que actualmente existen otras dos casas en construcción en la misma zona.
Suárez señaló que el proyecto, además de generar un vínculo de los estudiantes con la realidad de Santa Cruz, también espera mejorar la calidad de vida de las familias más necesitadas.
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